Pues os llevo a conocer a dos padres Jesuitas.
-Bienvenidos a esta biblioteca.
-Español de qué sitio.
-De Galicia, del pueblo del Caramiñal, donde nací el tres de octubre de 1917 ¿Cuántos años tengo?
-Pues no sé, 95.
-Y yo tengo 3 menos ¿Cuántos años tengo?
-92, eso sí que era fácil
-¿Y cómo vivieron ustedes el comunismo en la China Continental? Al principio hubo un poco de hostigamiento (INAUDIBLE).
-Era una época en que cogían a gente, los metían en camiones, y en el remolque ponían dos o tres prisioneros (no los iban a matar allí, pero era pasear por todo Shanghái para meter miedo) y después ya se dosificó también un poco más.
Cuando vas a un pueblo tienes que enamorarte del pueblo, en cualquier condición en que estés.
-Teníamos un padre especialista en religión popular y nos regaló a nuestra biblioteca todo esto. Estos son libros que se llaman raros, preciosos. Este se llama el Jalepino. Esto es un libro de la Biblia en hebreo; se abre y tiene allí los rollos. Se va dando vueltas aquí... y se va dando y se va leyendo.
-¿Qué es lo que más pena les ha dado no vivir en España?
-No haber podido estar con mi madre en una misa. Al despedirse de mí, ¿sabes lo único que me dijo? “No te preocupes por nosotros”.
-Ahora puedo decir que soy profesor de la mejor universidad de Taiwán... una vez al año... Ética médica.
-¿Y el resto de días qué hace?
-Voy de visita a los hospitales, a ver los enfermos... Y yo te aconsejo, si quieres tener buena salud, primero piensa en los demás.
-Puede ver dos cosas y decirme quién soy yo.
-¿Libros?
-¿Y además?
-Imágenes.
-Imágenes. Profesor y sacerdote.
-Después de tantos años juntos, ¿cómo se llevan ustedes? ¿A veces discuten?
-Muy mal, mal.
-¿Si?
-Además, aquí es un secreto: es mi confesor. Y me riñe.
-Cierra la puerta que hay aire acondicionado.
-El hermano pequeño, que (INAUDIBLE).
-Antes de que se inventara el ordenador, yo ya escribía con esta máquina. Esto me hace pensar a mí. Solo escribe lo que yo quiero.
-Hay que vivir la felicidad al día, no la felicidad en el pasado, no la felicidad en el futuro, sino en el presente ¿Cuál es el día más feliz ahora? Hoy, con ustedes aquí, en la televisión española.
-¡Qué bien!
-Gracias.
-Ha sido un verdadero placer conocerles. Adiós, gracias.
-Adiós.
-Bienvenidos a esta biblioteca.
-Español de qué sitio.
-De Galicia, del pueblo del Caramiñal, donde nací el tres de octubre de 1917 ¿Cuántos años tengo?
-Pues no sé, 95.
-Y yo tengo 3 menos ¿Cuántos años tengo?
-92, eso sí que era fácil
-¿Y cómo vivieron ustedes el comunismo en la China Continental? Al principio hubo un poco de hostigamiento (INAUDIBLE).
-Era una época en que cogían a gente, los metían en camiones, y en el remolque ponían dos o tres prisioneros (no los iban a matar allí, pero era pasear por todo Shanghái para meter miedo) y después ya se dosificó también un poco más.
Cuando vas a un pueblo tienes que enamorarte del pueblo, en cualquier condición en que estés.
-Teníamos un padre especialista en religión popular y nos regaló a nuestra biblioteca todo esto. Estos son libros que se llaman raros, preciosos. Este se llama el Jalepino. Esto es un libro de la Biblia en hebreo; se abre y tiene allí los rollos. Se va dando vueltas aquí... y se va dando y se va leyendo.
-¿Qué es lo que más pena les ha dado no vivir en España?
-No haber podido estar con mi madre en una misa. Al despedirse de mí, ¿sabes lo único que me dijo? “No te preocupes por nosotros”.
-Ahora puedo decir que soy profesor de la mejor universidad de Taiwán... una vez al año... Ética médica.
-¿Y el resto de días qué hace?
-Voy de visita a los hospitales, a ver los enfermos... Y yo te aconsejo, si quieres tener buena salud, primero piensa en los demás.
-Puede ver dos cosas y decirme quién soy yo.
-¿Libros?
-¿Y además?
-Imágenes.
-Imágenes. Profesor y sacerdote.
-Después de tantos años juntos, ¿cómo se llevan ustedes? ¿A veces discuten?
-Muy mal, mal.
-¿Si?
-Además, aquí es un secreto: es mi confesor. Y me riñe.
-Cierra la puerta que hay aire acondicionado.
-El hermano pequeño, que (INAUDIBLE).
-Antes de que se inventara el ordenador, yo ya escribía con esta máquina. Esto me hace pensar a mí. Solo escribe lo que yo quiero.
-Hay que vivir la felicidad al día, no la felicidad en el pasado, no la felicidad en el futuro, sino en el presente ¿Cuál es el día más feliz ahora? Hoy, con ustedes aquí, en la televisión española.
-¡Qué bien!
-Gracias.
-Ha sido un verdadero placer conocerles. Adiós, gracias.
-Adiós.