*En el metro*
-Bueno, ahora voy a comprar vuestros billetes de metro. El más barato no llega a un euro, no. Y estos son los billetitos.
-¡Anda!
-Tenéis que pasarlo por aquí. Aquí en Taipéi están las marcas de donde se debe hacer cola para entrar al metro. Cuando ven que esta ya bastante lleno, la gente misma... simplemente no entra. Está muy muy limpio. Está prohibido comer, beber cosas y traer comida. En la hora punta, 50 segundos, en menos de un minuto tienes los trenes.
Os tengo que confesar que yo “Españoles en el Mundo” no lo veía mucho porque me daba mucha envidia ver a toda esa gente que estaba fuera y muy feliz.
-Y ahora quieres participar, ¿no?
-Y ahora quiero participar. El niño con el violín y luego con el piano. No es tan fácil como la gente se cree marcharse afuera.
-¿Cómo fue la despedida de tus padres?
-Pues, bueno, llorando un poquito; pero, bueno, felices también, ¿no?
-Ahora os llevo a una librería muy famosa aquí en Taipéi, que abre 24 horas al día. A veces que, cuando no puedes dormir, pues dices: “Ah, me voy a una librería”. Me estoy un rato sentado en el suelo leyendo un libro y te vienes aquí, a Cheng Pin.
-Espero que lo hayas pasado muy bien en “Españoles en el Mundo”, ese programa que no veías.
-Sí, sí, sí. No, me lo he pasado muy bien, muchísimas gracias.
-A ti, disfruta mucho.
-Bueno, vale, gracias, adiós.
-Bueno, ahora voy a comprar vuestros billetes de metro. El más barato no llega a un euro, no. Y estos son los billetitos.
-¡Anda!
-Tenéis que pasarlo por aquí. Aquí en Taipéi están las marcas de donde se debe hacer cola para entrar al metro. Cuando ven que esta ya bastante lleno, la gente misma... simplemente no entra. Está muy muy limpio. Está prohibido comer, beber cosas y traer comida. En la hora punta, 50 segundos, en menos de un minuto tienes los trenes.
Os tengo que confesar que yo “Españoles en el Mundo” no lo veía mucho porque me daba mucha envidia ver a toda esa gente que estaba fuera y muy feliz.
-Y ahora quieres participar, ¿no?
-Y ahora quiero participar. El niño con el violín y luego con el piano. No es tan fácil como la gente se cree marcharse afuera.
-¿Cómo fue la despedida de tus padres?
-Pues, bueno, llorando un poquito; pero, bueno, felices también, ¿no?
-Ahora os llevo a una librería muy famosa aquí en Taipéi, que abre 24 horas al día. A veces que, cuando no puedes dormir, pues dices: “Ah, me voy a una librería”. Me estoy un rato sentado en el suelo leyendo un libro y te vienes aquí, a Cheng Pin.
-Espero que lo hayas pasado muy bien en “Españoles en el Mundo”, ese programa que no veías.
-Sí, sí, sí. No, me lo he pasado muy bien, muchísimas gracias.
-A ti, disfruta mucho.
-Bueno, vale, gracias, adiós.